Su empresa tiene vida, ¿pero tiene vitalidad?

Las empresas, como los hombres, son seres vivos. Y en los seres vivos es necesario distinguir la vida de la vitalidad. Tener vida no significa necesariamente tener vitalidad; la vitalidad es ante todo la eficacia de las facultades vitales.

Ampliando esta reflexión sobre la empresa, podemos decir que una empresa tiene vitalidad:

  • Cuando sus directivos hacen de la renovación de la empresa una de sus principales obligaciones.
  • Cuando se hace capacitación permanente y a todos los niveles.
  • Cuando se comprende que el capital más valioso que tiene la empresa es el hombre.
  • Cuando el control de la calidad y la investigación del mercado, no son actividades para los nuevos productos, sino preocupaciones permanentes.
  • Cuando la publicidad sobre la empresa es objetiva y honesta.
  • Cuando la preocupación por el bienestar de los trabajadores es concebida, no como un gasto, sino como un deber y como una inversión. etc.

Este boletín “La vida de la empresa” nace hoy dedicado a todos los hombres de empresa, no para enseñar nada nuevo, sino más bien como un memorando que pretende recordar algunos aspectos de la vida administrativa, que no por comunes, están siempre presentes.


Antonio Mazo Mejía
Editorial. Vida de la Empresa
Abril de 1994

Antonio Mazo Mejía - Fundador CEIPA