Muy apreciados graduandos,
Circunstancias insalvables me impiden acompañarlos hoy en esta solemne ceremonia de su graduación; mi emocionada presencia espiritual, está con todos y cada uno de ustedes.
Reciban hoy, y conserven a lo largo de sus vidas, mi invitación a su permanente superación, y mis deseos muy sinceros de que su ejercicio profesional les depare satisfacciones y éxitos sin límite.
Esta su casa del CEIPA, y éste su servidor en ella, les entregan a manera de provisión para el viaje de la vida, esta consigna: sean profesionales idóneos y personas íntegras.
La idoneidad profesional la obtendrán con su disciplina de estudio, con su pasión por el saber, con su permanente dedicación para practicar y profundizar en las diversas disciplinas que conforman el programa de sus respectivas profesiones.
La integridad personal será la resultante de la fidelidad a estos valores que tanto se preocupa el CEIPA por clarificar, promover e inculcar: La honestidad, la responsabilidad, la rectitud, la lealtad, la verdad, el compromiso con la justicia y con la paz.
Para el futuro espero encontrar en cada uno de ustedes, a un triunfador que ha cosechado muchos éxitos porque se destaca como profesional idóneo, y es intachable como persona.
Con mis felicitaciones, mi cordial saludo.
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Antonio Mazo Mejía
Medellín, 26 de junio de 1992