Nuestra historia en los libros

Escoger el Unipersonaje de esta edición fue bastante fácil.

Primero pensamos en que fuera alguien reconocido dentro de la vida institucional de nuestra Universidad, que además tuviera historias para contar y al tiempo fuera dinámico; que hubiera aportado con sus conocimientos a la formación de todos los integrantes de la comunidad CEIPA y que conociera todos los pormenores del desarrollo de nuestra Universidad.

Teniendo en cuenta estas características, salió a relucir la biblioteca fundada a la par con el Centro de Investigación y Planeamiento Administrativo CEIPA.

Para ser más exactos, la fecha de «nacimiento» de la biblioteca del CEIPA fue enero de 1972, cuando la Universidad abría sus puertas por primera vez a la comunidad de Medellín.

Fue el doctor Antonio Mazo Mejía quien, ante la necesidad de crear un centro de acopio de documentos básicos para el apoyo bibliográfico, decidió dar los pasos iniciales para la conformación de una biblioteca, cuyo objetivo estaría centrado en satisfacer las necesidades académicas y de investigación de estudiantes, profesores, egresados, empleados y de la comunidad en general.

Para comenzar, el doctor Mazo Mejía donó 120 libros de su biblioteca personal, los cuales en su mayoría trataban sobre filosofía, literatura, crítica literaria, ensayos filosóficos-literarios y otros temas relacionados con la formación que hasta el momento había recibido e impartido el doctor Mazo Mejía como educador.

Acompañando esta iniciativa estuvieron también, como fundadoras de la Biblioteca, Luz Elena Hurtado y Olga Cristina Cuervo D., encargadas de la atención al público y de la administración del material de la misma.

La primera sede de la Biblioteca fue frente al Instituto de Bellas Artes, donde funcionó inicialmente el CEIPA. Siguieron luego tres sedes diferentes, todas ellas ubicadas en las actuales instalaciones de la Universidad.

Por último, y desde 1990, la Biblioteca ocupa el espacio que fue diseñado especialmente para este fin, a la entrada del CEIPA. Allí se almacenan actualmente más de 8000 volúmenes entre libros, publicaciones seriadas, pruebas psicotécnicas y diferente material audiovisual.

Desde 1991 la biblioteca se llama «Antonio Mazo Mejía», idea que surgió como un homenaje de los empleados de la Institución al fundador del CEIPA y de su Biblioteca. Esta solicitud fue aprobada por el Consejo Directivo de la Universidad y se cristalizó en un sentido acto ese mismo año, en honor del Doctor Mazo y de su esposa, señora María Teresa Cuervo de Mazo.

Ahora la Biblioteca «Antonio Mazo Mejía» es nuevamente motivo de orgullo para la Fundación Universitaria CEIPA gracias a la reciente inauguración de la Red BAMM, un sistema de búsqueda por pantalla de computador, conformado por una base de datos que registra todos los materiales bibliográficos existentes en ella.

Por medio de pantallas terminales de este sistema, los usuarios pueden buscar el material deseado, igual a como lo hacen en un fichero, pero con la ventaja de que obtienen mucha más información.

Como sale a relucir en esta historia, la Biblioteca ha estado acompañando al CEIPA desde sus comienzos y en sus libros está escrita, no sólo la historia de la Universidad, sino la de todas las personas que han pasado por ella.

Y aunque pasen los años, ella continúa mejorando gracias al permanente impulso que le dan las directivas del CEIPA, así como al trabajo en equipo de biblioteca y lo más importante: Gracias a los usuarios que cada día buscan en sus estantes una fuente inagotable de conocimientos.