El acto que estamos realizando hoy tiene una importancia de múltiples repercusiones tanto para cada uno de los graduandos, como para la Institución que los ha formado y para la sociedad que será beneficiaria directa de su ejercicio profesional.
- Para cada uno de ustedes, es el culminar de muchas aspiraciones y esfuerzos encaminados a la superación personal;
- para la Fundación Universitaria CEIPA es el conquistar una vez más su objetivo de formar profesionales íntegros e idóneos, como la mejor contribución que puede hacer a nuestro proceso de desarrollo;
- y para nuestra sociedad, porque se ve enriquecida con un nuevo contingente de profesionales, que desde cada una de sus áreas, le aportarán lo mejor de sí para su progreso.
Quienes han tenido el privilegio de recibir una educación superior, por ese mismo hecho, adquieren una responsabilidad también mayor, con relación a quienes no han gozado de esas oportunidades; es una responsabilidad que debe traducirse en acciones que respondan a las necesidades prioritarias de la sociedad que les ha privilegiado.
Hoy la sociedad colombiana está clamando con urgencia porque sus integrantes se comprometan decididamente con la eliminación de tantos males que la aquejan, desde un compromiso firme, serio y decidido de todos sus integrantes, muy especialmente de quienes por la educación recibida puedan aportar más.
Muchos de los grandes males que padecemos hoy los colombianos, tales como la corrupción, más funesta inclusive que la misma violencia, la entronización de la mentira desde las esferas más altas del poder, la falta de transparencia en tantas y tantas decisiones y transacciones de gran trascendencia para la vida nacional, el egoísmo voraz de los colombianos que no tiene más limitaciones que nuestros propios intereses, sin que nos importe ultrajar los derechos de los demás, la ya intolerable injusticia social que tanta violencia genera, la insolidaridad frente a nuestros prójimos, la infravaloración de la vida humana, el desconocimiento de los derechos del otro, son entre otros, males que nos están exigiendo respuestas desde nuestra integridad personal.
Cuando en nuestra filosofía institucional hablamos de hombres integrales, estamos expresando nuestra preocupación y nuestro compromiso con el país, y ratificando nuestra convicción de que solamente saldremos adelante cuando todos los colombianos nos identifiquemos en un proyecto ético, en el cual se privilegien los valores, pero no solamente en el plano de su clarificación, sino en el de la acción; no basta con proclamar valores, es necesario que ellos se traduzcan en virtudes, porque de lo contrario nos quedamos en el plano estéril de la especulación.
Como profesionales de la administración en sus diferentes aplicaciones, la rectitud, la honestidad, la transparencia, la verdad, la justicia, la solidaridad, son entre otros, los principales valores que deben fundamentar su ejercicio profesional; si esta fundamentación está acompañada de un sólido profesionalismo, ustedes se estarán realizando integralmente como personas y como profesionales, y estarán dando soluciones concretas a los males que nos aquejan.
Especial responsabilidad tienen los especialistas en gerencia educativa, ya que a ellos les corresponde gerenciar la formación de las nuevas generaciones; y gerenciar es crear, es prever, es enrutar la realidad que se gerencia hacia la fecundidad, la prosperidad, la solidez, y la auténtica realización de lo que se nos ha confiado; y en educación lo que se nos confía es la persona humana; nuestra responsabilidad fundamental es con el hombre, con la sociedad y con la historia; formular un proyecto educativo y gerenciarlo, es estar comprometido con la realización integral de la persona humana, con la vigencia de los auténticos valores humanos y con el destino de la sociedad.
Muy apreciados graduandos, con el diploma que a partir de hoy los acredita como profesionales de la administración y como especialistas en gerencia educativa, no solamente adquieren el carácter profesional, sin ante todo, la responsabilidad de obrar siempre como personas íntegras; si así lo hacen estarán garantizándose su prosperidad, y dándole a Colombia las auténticas soluciones a los grandes problemas que hoy padece.
Que el Dios hecho navidad, navidad que significa nacimiento, renovación, presencia de Dios entre los hombres, les acompañe y les ayude siempre.
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Antonio Mazo Mejía
Medellín, 12 de diciembre de 1997