Amplios campos de acción

Grato y significativo es para nuestra Institución, que apenas empieza a fortificarse en su carácter académico como universitaria, el cosechar sazonados frutos de sus predios, como lo son los de especialistas que hoy se gradúan en Gerencia Financiera, en Gerencia Educativa y en Dirección Empresarial.

Estos programas constituyen en nuestro sentir un importante aporte a nuestro proceso de desarrollo, tanto más necesitado de recursos humanos muy bien calificados, cuanto más difíciles son las circunstancias que enfrenta en los momentos actuales; de las crisis sólo es posible salir exitosamente cuando se enfrentan con creatividad, con capacidad de riesgo y con mentalidad positiva e innovadora.

Los escenarios en que nos corresponde actuar hoy a los profesionales son excesivamente exigentes, no sólo por los factores negativos que los caracterizan, sino además por la vertiginosidad y profundidad de los cambios y por la permanente aparición de nuevos conocimientos y desarrollos tecnológicos, que son simultáneamente, dificultades y retos.

Quienes se gradúan en Gerencia Financiera tienen en la situación actual de nuestra economía una excelente oportunidad para la aplicación de los conocimientos adquiridos, en la generación de nuevas estrategias que incrementen la rentabilidad de los recursos; el desarrollo tecnológico en la informática y las comunicaciones, así como la generalización del dinero electrónico, están exigiendo profesionales muy calificados en la administración de los recursos económicos y del tiempo, en la implementación de mejores servicios, y en el descubrimiento de nuevas opciones y formas de administración financiera.

Pensemos a título indicativo en el potencial que constituye la virtualidad, tan tímidamente iniciada en nuestro sector financiero. El escenario que les plantea es amplio en posibilidades y si ya se poseen los conocimientos lo demás pueden hacerlo la creatividad y la audacia.

Rico, riquísimo también es el escenario para quienes hoy se gradúan en Gerencia Educativa; las instituciones de nuestro sistema educativo no tienen aún la conciencia de que son empresas de servicios; se han concebido más como entidades de beneficencia deudoras de la comunidad; nada más inexacto.

La empresa educativa es la empresa más importante de la sociedad, como que es desde la gerencia de su proyecto educativo, desde donde se preparan los hombres que a través de su actuar en ella la construyen, la orientan, le trazan su rumbo.

Y en es esa empresa, en donde se adquieren y se aquilatan los valores y actitudes que van a darle sentido a la existencia de la persona; y en la práctica de los saberes adquiridos para el hacer, y sobre todo para el ser, es como se va a garantizar la posibilidad de una convivencia civilizada.

Gerenciar un proyecto educativo no es otra cosa que trazarle rumbo a la sociedad y a la historia; grande, hermosa y tremenda responsabilidad es este apasionante gerenciar educativo, en el cual nuestra mejor recompensa es la eficiente contribución a la formación y a la realización de la persona.

Educar es una de las más excelentes formas de servir, y una de las más fecundas maneras de amar.

Y los especialistas en Dirección Empresarial sí que se encuentran frente a apasionantes retos; el cambio que hoy se opera en múltiples dimensiones de nuestra civilización es un clarín que les convoca a la acción; orientar la empresa hacia las nuevas concepciones de autonomía, de aprendizaje y de servicio, en un contexto globalizado y con una economía en crisis, es disponer de amplias posibilidades para confrontar nuestro valer profesional; la ciencia o el arte, no estoy seguro si administrar lo uno o lo otro, o ambas cosas simultáneamente, nos ofrecen múltiples formas y versiones de cómo se debe y se puede administrar; es nuestro criterio, nuestra competencia profesional, nuestra sagacidad e intuición, lo que nos permitirá seleccionar de cada versión, lo que más fecundice nuestra acción; al fin y al cabo, saber no es otra cosas que saber ver.

Tienes pues ustedes apreciados especialistas amplios campos de acción para su quehacer profesional; al felicitarles por este nuevo logro en su crecimiento académico, les deseo muchos éxitos y prosperidad, y les invito a darle lo mejor de ustedes a ésta, nuestra sociedad, tan urgida del concurso de profesionales idóneos e íntegros.

Antonio Mazo Mejía
Medellín, 25 de julio de 1998

Antonio Mazo Mejía - Fundador CEIPA
"Los escenarios profesionales son excesivamente exigentes, gracias a la vertiginosidad y profundidad de los cambios y la aparición de conocimientos y desarrollos tecnológicos, que son simultáneamente, dificultades y retos".
Antonio Mazo Mejía - Fundador CEIPA
Antonio Mazo Mejía
Fundador CEIPA