Imagen corporativa

El nuevo logo del CEIPA tiene forma heráldica, de escudo, que describe una U, la cual hace alusión a nuestro carácter universitario, confirmando una vez más que ha quedado atrás el nivel tecnológico que tuvo el CEIPA hasta 1992.

En la parte superior de la U está el nombre del CEIPA, buscando en el futuro una lectura completa de Universidad CEIPA.

Es el resultado del compromiso solemne que hemos hecho con el área de la administración en los niveles de pregrado, posgrado y educación continuada y permanente, para concentrar todos nuestros esfuerzos y recursos, y consolidar así una institución sobresaliente por su excelencia a nivel nacional e internacional.

Para expresarlo se ha escogido el logosímbolo de los comerciantes de la edad media, porque se encuentra una estrecha relación entre la administración y el comercio, y porque fueron los comerciales medievales los primeros que hicieron del comercio una empresa, y los primeros en intentar un proyecto de globalización.

Dentro de la U se haya un símbolo de color marrón. Es el símbolo de los mercaderes en el medioevo. Hay que recordar que el origen del empresariado tiene sus cimientos en los mercaderes, y que a la edad media también se remonta el origen de la Universidad.

Empresa y Universidad, de raíces contemporáneas, son precisamente la razón de ser del CEIPA, la relación que dio origen a la Institución, y que sigue vigente con más ahínco en el concepto de la Universidad de la Empresa.

Este logo va en el centro del Escudo; sus flechas apuntan a los cuatro puntos cardinales, y en ellas se representa la convicción de que se trabaja para un mundo globalizado, así como los alcances de la virtualidad que permite hoy acceder a nuestros programas desde cualquier parte del planeta; dos soles y dos lunas, hacen relación también a la virtualidad, para significar el asincronismo temporal; el marrón que los traza, simboliza la vitalidad, la fortaleza, el dinamismo, la pujanza que debe ser constante de nuestra acción; y se ha adoptado en sus primigenios trazos medievales, para simbolizar así nuestra fidelidad a los orígenes de la universidad; y así con las nuevas connotaciones que le damos, significamos el carácter de una institución que tiene que ser siempre antigua y siempre moderna.

El oro, el metal más preciado y codiciado, fue el preferido por los reyes para forjar sus coronas y sus cetros, símbolos de su poder y su grandeza; evocando ese metal real, se ha elegido su color, el amarillo, para el fondo de nuestro Escudo, para significar en él el destino del hombre contemporáneo que está llamado a ser rey del universo; rey, por la realización integral conquistada para ser persona, a través de los valores que le dan plenitud como ser inteligente, libre y trascendente, y rey por la apropiación, aplicación y el dominio que tenga y haga del conocimiento.

Se ha elegido el blanco para la sigla CEIPA, sigla originada en el primer nombre de nuestra Institución “Centro de Investigación y Planeamiento Administrativo”, porque el blanco simboliza la pureza, la transparencia, la autenticidad, la integridad, valores todos que fundamentan nuestra filosofía institucional, y nuestro compromiso con la fidelidad a nuestra misión universitaria.

Y se ha colocado esta sigla sobre un fondo verde; verde montaña, verde Antioquia, verde mar, verde selva, y verde esperanza, para simbolizar en ese verde, nuestro compromiso con Colombia; con esa Colombia privilegiada con sus dos mares que la abrazan; con esa Colombia riquísima en recursos naturales, potentísima en su talento humano; con esa Colombia que a pesar de sus tragedias, de sus contradicciones, de sus conflictos internos y de todos sus males, no se resigna a claudicar ni a perecer, porque siempre se nutre y vigoriza con su fe, su tesón y su ilusión perseverante de que sus males serán superados. El marrón es la síntesis del rojo y el negro; recoge nuestra historia y la proyecta en ese futuro que indican los otros elementos.

La bandera tiene en el centro el escudo, con las mismas connotaciones a la que hicimos referencia.

Y el amarillo de nuestro Escudo, se vuelve áureo lecho en nuestra bandera para albergarlo y con sus franjas blancas, ser una permanente invitación a nuestra comunidad universitaria para vivir plenamente, ricamente, integralmente, los valores de nuestra filosofía institucional.