Siete lecciones para liderar el viaje hacia el futuro

Muy apreciados graduandos,

La finalización de un importante periodo de formación en nuestra vida, como lo es esta que hoy celebramos, y en la cual se da la colación de sus grados como profesionales en administración de empresas, nos invita a un sin número de reflexiones sobre el sentido que tiene ser profesional.

Son muchas las respuestas que surgen para satisfacer la inquietud planteada pero hoy se me ocurre una de las tantas buenas respuestas que podemos formular, es la que hace alusión al liderazgo.

Como profesionales formamos parte de esa élite privilegiada que en nuestro país alcanza los niveles de la educación superior, según recientes estadísticas, solo cuatro de cada mil colombianos, obtiene un diploma universitario de pregrado.

Este privilegio debe traducirse en un compromiso de servicio a la sociedad; y sea cual fuere el entorno en el cual ejercemos nuestra profesión, es mucho lo que podemos aportar para el desarrollo y fortalecimiento de la empresa en la cual actuamos.

Porque el progreso de las empresas parte del liderazgo de las personas que actúan en ellas, y porque ustedes como profesionales están llamados a ser líderes, quiero dejarles hoy las siete lecciones que para liderar el viaje hacia el futuro, han formulado los profesores James M. Kouzes y Barry Z. Posner, Presidente el primero de Learning Systems de Palo Alto, en California, y profesor de la Universidad de Santa Clara el segundo, porque sus enunciados son claros, sencillos, se diría que casi elementales y triviales; me parecen importantes porque estoy convencido de que su práctica está al alcance de todos, y que con ellos se pueden liderar muy importantes acciones para el impulsar el progreso de las personas y las instituciones.

Primera lección: los líderes no esperan

Los líderes tienen que ser proactivos, seguros de sí mismos, porque es necesario demostrar hechos, realidades a las personas que se pretende liderar; no basta con formular un sueño; las visiones solas no convencen a la gente; es necesario demostrar que algo cambia, que la realidad es posible; el líder no espera, su invitación es perentoria; el líder invita al redescubrimiento, a la aventura, a la construcción de un futuro mejor.

Segunda lección: el carácter es importante

Esta importancia del carácter hace alusión a la credibilidad que tiene el líder las investigaciones sobre liderazgo demuestran que la primera ley del liderazgo es esta: “Si no se cree en el mensajero, no se dará crédito al mensaje” el líder tiene que ser firme en sus convicciones; no puede estar a merced de las modas y los esnobismos; las cualidades que más resalta la gente de un líder es que sea sincero, consciente de las posibilidades futuras, inspirador y competente; todo ello será posible si actuamos desde nuestras convicciones y creencias; el primer hito del viaje a la credibilidad del liderazgo es la claridad de los valores personales.

Tercera lección: Los líderes tienen la cabeza en las nubes y los pies en la tierra

El líder no puede quedarse en el espacio sideral de los sueños y las ilusiones; el líder tiene que ser capaz de aterrizar sus sueños, de articularlos con una realidad viable; ese querer ser que su imaginación formula, tiene que ser posible de concretarse en un poder ser; son estas capacidades las que diferencian al líder soñador y visionario, del descontextualizado poeta de las utopías.

Cuarta lección: Los valores compartidos tienen mucha importancia

Los profesores que vengo citando formulan así esta cuarta lección: “Por importante que sea para los líderes expresar rotundamente su visión y sus valores, lo que ellos dicen, debe ser coherente con las aspiraciones de sus seguidores.

Estos tienen también necesidades e intereses, sueños y creencias propios. 

Si los líderes abogan por valores que no son representativos de la voluntad colectiva, no serán capaces de movilizar a la gente para que actúe como una sola persona.

Los líderes deben ser capaces de conseguir el consenso sobre una causa común, y lograr un conjunto común de principios. Deben ser capaces de crear una comunidad de valores compartidos.

En una investigación que realizaron los profesores mencionados, examinaron cuidadosamente la relación entre los valores personales y los organizacionales. Sus estudios demostraron que los valores compartidos:

  • Fomentan fuertes sentimientos de efectividad personal.
  • Promueven altos niveles de lealtad para con la organización.
  • Facilitan el consenso acerca de los objetivos organizacionales clave y de las personas interesadas en la organización.
  • Fomentan el comportamiento ético.
  • Promueven normas convincentes acerca de trabajar con ahínco e interesarse por los demás.
  • Reducen los niveles de tensión en el trabajo.
  • Alientan el sano orgullo de la organización.
  • Facilitan la comprensión de las expectativas del trabajo.
  • Fomentan el trabajo en equipo y el espíritu corporativo.

Las personas tienden a ir a la deriva cuando se sienten inseguras o confusas acerca de cómo deben actuar. La energía empleada en enfrentarse con valores incompatibles y debatirlos repetidamente, tiene un grave efecto sobre la efectividad personal y sobre la productividad organizacional.

El consenso acerca de los valores de corto y largo plazo crea el compromiso acerca de dónde va la organización y de cómo consigue llegar allí. ¡Aunque los líderes no esperan a nadie, si no crean un consenso sobre la visión y sobre los valores, se quedarán completamente solos!

Quinta lección: Usted no lo puede hacer solo

El líder sabe que el éxito de su liderazgo está garantizado si sabe motivar, alentar, conseguir la colaboración de los integrantes de su grupo; fomentar la competencia, la rivalidad entre los miembros de un grupo, no necesariamente es el mejor camino para lograr la mejor actuación; hay que buscar siempre la dimensión de lo superior, y evitar que alguien se sienta inferior o derrotado; el líder dirige para que cada quien se sienta protagonista de lo que hace, de tal forma que Sexta Lección: El legado que usted deja es la vida que lleva nadie se sienta inferior o subordinado; se trata es de practicar siempre la filosofía del nosotros y abolir la filosofía del yo.

Sexta lección: El legado que usted deja es la vida que lleva

Anotan los autores que la regla del liderazgo es: Haga lo que dice que hará. Se ha afirmado siempre que las palabras convencen, pero que el ejemplo arrastra. La gente sigue a quien obra de acuerdo con sus creencias, con sus convicciones, a quien practica lo que predica; liderando mediante el ejemplo, es como los líderes hacen tangibles las visiones y los valores. Es el ejemplo la prueba incontrovertible que usan los líderes para demostrar su convicción y su compromiso, y eso es lo que la gente espera de ellos.

El ejemplo es el fundamento de la credibilidad; cuando se trata de saber si un líder es creíble, primero se escuchan sus palabras, y luego se observan y analizan sus hechos, sus acciones.

“La forma en que usted lleva su vida determinará si la gente pondrá o no, su vida en sus manos. Si usted sueña con dejar un legado, lo mejor que puede hacer es tener en cuenta la regla de oro del liderazgo: Haga lo que usted dice que hará.

Séptima lección: El liderazgo es un asunto de todos

Dentro de tantos estereotipos que existen sobre el liderazgo, tal vez el más generalizado es aquel que afirma: Los líderes nacen y no es posible hacerlos; hay quienes defienden el carácter innato del liderazgo; sin embargo, muchas investigaciones han demostrado que el liderazgo no es un gen, sino un proceso; el liderazgo no es una realidad reservada a una minoría de superdotados; las investigaciones han demostrado que el liderazgo es un conjunto de modos de proceder observables que se pueden aprender; todo el mundo puede liderar; lo importante es fijar objetivos alcanzables y saber impulsar el talento de los demás; en eso radica el liderazgo.

Les quedan a ustedes estas lecciones que, si las saben practicar, les garantizarán la realización de un proyecto de vida fecundo; recíbanlas como la última lección que les da el CEIPA.

Reciban también nuestras sinceras felicitaciones por el logro que hoy alcanzan, y recuerden que la prosperidad y el éxito serán grandes en sus vidas, si se proponen actuar siempre como profesionales muy idóneos, desde la integralidad de los valores que realizan y dignifican a la persona.

Que el Señor, amo de nuestras vidas y regente de la historia, les ilumine y acompañe siempre.

Antonio Mazo Mejía
Sabaneta, 17 de diciembre de 2006

Antonio Mazo Mejía - Fundador CEIPA
"Los líderes tienen que ser proactivos, seguros de sí mismos, porque es necesario demostrar hechos, realidades a las personas que se pretende liderar".
Antonio Mazo Mejía - Fundador CEIPA
Antonio Mazo Mejía
Fundador CEIPA