Son muchos los temas que tienen gran pertinencia en una ceremonia de grados como ésta; es usanza que se aborden como una última lección que deje en los graduandos inquietudes, mensajes que sean de su de interés, y que tengan una vigencia permanente para ellos.
Hoy me parece que reviste una gran importancia para todos los profesionales, cualquiera que sea el área del conocimiento a la cual pertenezcan, el interrogarse, y sobre todo, el buscar respuestas a la siguiente pregunta: ¿qué repercusiones tiene en mi vida profesional esa nueva realidad del mundo contemporáneo que se conoce con el nombre de globalización?
Nuestra posición frente a este nuevo hecho de la civilización que nos ha correspondido vivir, no puede agotarse en creer que los efectos de la globalización se agotan en lo político, lo cultural y lo económico; quiéralo yo o no lo quiera, sépalo o ignórelo, la globalización incide en el ejercicio de mi profesión y consecuencialmente en la calidad de mi vida; son realidades a las cuales no podemos escapar; podemos decir esto también con el poeta: “las estrellas no existen en la noche del ciego, pero aunque él no lo sepa, le iluminan también”.
Para contribuir en parte a la búsqueda de respuestas adecuadas a esa importante pregunta, tengamos muy presente que la globalización plantea al sistema de educación superior de todos los países del mundo los nuevos retos de la compatibilidad, la comparabilidad y la competitividad, con los cuales se privilegiaría la movilidad de los estudiantes y los profesionales en un mundo globalizado, en el cual solamente es posible sobrevivir con vigencia profesional, si se poseen las nuevas competencias que hoy se exigen en la sociedad del conocimiento a quienes desean ser gestores protagonistas de sus cambios y tendencias.
Siendo el área de nuestra competencia la gerencial y administrativa, permítanme contarles en breves palabras, cuáles son las principales competencias que hoy se consideran imprescindibles en los profesionales de la administración en América Latina.
Pero antes, considero de suma importancia precisar qué estamos entendiendo por competencias; universalmente hay consenso en definir las competencias como “las capacidades que todo ser todo ser humano necesita para resolver de manera eficaz y autónoma, las situaciones de la vida. Se fundamentan en un saber profundo, no sólo saber qué y saber cómo, sino saber ser persona en un mundo complejo, cambiante y competitivo”.
La más reciente investigación sobre la formación en Administración de Empresas en América Latina, nos dice que las principales competencias que deben tener los profesionales del área gerencial, son las siguientes:
- Capacidad de aprender y actualizarse
- Capacidad de trabajo en equipo.
- Compromiso ético
- Compromiso con la calidad
- Capacidad para identificar, plantear y resolver problemas
- Capacidad para tomar decisiones.
Capacidad de aprender y actualizarse: En una civilización en la cual el conocimiento está evolucionando cada día más vertiginosamente, y en la cual juegan un papel protagónico las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información, las competencias para aprender, desaprender, saber acceder y actualizarse, son las técnicas que pueden garantizar nuestra vigencia profesional.
Capacidad de trabajo en equipo: Porque cada día nuestro conocimiento profesional es más y más especializado, la interacción es una de las estrategias que mejor contribuyen a la productividad; saber escuchar, respetar las opiniones de los demás y saber participar en un grupo de trabajo, es una competencia cada vez más necesaria para el exitoso ejercicio profesional.
Compromiso ético: La rectitud, la honestidad, la transparencia, la justicia, la equidad, y en general todos los valores que aportan a la integralidad de la persona, deben estar presentes y servir de sustrato a nuestro quehacer profesional.
Compromiso con la calidad: Estamos en una civilización que ha abolido todos los espacios para la mediocridad; hoy ya no basta con ser bueno; es necesario ser excelentes; en esta era el compromiso con la calidad y la excelencia es indeclinable; la prosperidad y el éxito están reservados para aquellos profesionales que han hecho de la calidad una impronta imprescindible en todas sus acciones.
Capacidad para identificar, plantear y resolver problemas: Saber es ante todo saber ver; en el ejercicio de nuestra actividad gerencial, la proactividad para identificar las situaciones problémicas, la visión holística de la realidad y la capacidad de acertar en la búsqueda de soluciones, son algunas de las competencias fundamentales que nos harán ser exitosos.
Capacidad para tomar decisiones: No constituye ninguna exageración afirmar que administrar es tomar decisiones; tanto la supervivencia de las empresas, como su fracaso y desaparición, dependen siempre de las decisiones de sus gerentes; claridad en las metas, conocimiento del entorno, capacidad de escrutar el futuro, ponderación de las capacidades que se tienen, compromiso con la organización para la cual se trabaja, equilibrio y seguridad emocional, son apenas algunos de los principales factores que nos garantizarán una exitosa toma de decisiones; con nuestro decidir gerencial nos jugamos el futuro de la empresa que se nos ha confiado, y el nuestro.
Señores graduandos: Al entregarles hoy el diploma que los acredita como profesionales o especialistas, reciban con él las más sinceras felicitaciones de esta universidad que hoy les agradece una vez más la confianza que en ella depositaron, les dice que se siente orgullosa de contarlos en su comunidad de egresados, y les invita a fortalecer cada día más y más sus competencias personales y profesionales, porque de ese fortalecimiento y consolidación dependerán todos sus éxitos futuros, que hoy les deseamos sean muy copiosos.
Que el Señor les ilumine, ayude y asista siempre.
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Antonio Mazo Mejía
Sabaneta, 24 de agosto de 2007
