Competencias hoy

Muy apreciados graduandos,

Es tradicional en estas ceremonias de colación de grados, que en el acto de felicitación que hace la institución, deje a sus graduados un mensaje que les sea de utilidad en su futura vida profesional.

Para cumplir con este cometido, me parece de la mayor importancia el mencionarles, que apenas a mencionar se alcanza en una ceremonia como ésta, algunas de las competencias que hoy son imprescindibles a los profesionales que actúan en la civilización de la información y el conocimiento, civilización que ya ha comenzado, y que cada día se consolida más y más con el vertiginoso desarrollo de algunas tecnologías y con la abundante generación de nuevos conocimientos.

Pasión por aprender

La vigencia y la competitividad en el ejercicio profesional en el mundo de hoy, solamente son posibles si se tiene una constante actitud de apertura hacia la evolución de los conocimientos; el profesional de hoy debe ser un apasionado del conocimiento, debe vivir en función de aprendizaje, so pena de quedar desactualizado en poco tiempo, y relegado a las crecientes cohortes de los profesionales obsoletos.

Aplicación de los conocimientos

De muy poco sirve el estar actualizado en los conocimientos de su respectiva profesión, si no se tienen las habilidades, las destrezas, las competencias para aplicar esos conocimientos en el entorno en el cual se ejerce la profesión; la productividad de nuestro ejercicio profesional, tiene una relación de causa-efecto con esta competencia.

Creatividad e innovación

El cambio que es la característica dominante de la civilización de la información y el conocimiento, nos exige el ejercicio de la creatividad y de la innovación, no solamente para hacer más productiva la aplicación de los conocimientos, sino para generar nuevas formas de aplicarlos, y aún para producir conocimientos nuevos.

Capacidad de correr riesgos

Al profesional de hoy le está totalmente vedada la pusilanimidad; hoy es necesario tener mucha seguridad, y de allí la importancia de mantenernos actualizados en nuestros conocimientos, ya que son ellos los que fundamentan nuestra capacidad de acción; hoy no basta con tener buenas iniciativas, sino que es necesario ejecutarlas, así ello implique correr algunos riesgos; “a los audaces, les ayuda la fortuna” decían los romanos.

Gestión eficiente del conocimiento

Lo que hoy tenemos que hacer con el conocimiento, es saber gestionarlo para obtener de él la mayor productividad; las competencias que venimos enunciando, y que algunas de ellas forman parte de la gestión del conocimiento, deben ser reforzarlas con esa gran capacidad para saberlo gestionar eficientemente; es en esa competencia donde se encuentra la inagotable cantera de su productividad.

Liderazgo

Todas las organizaciones en la civilización contemporánea dominada por la vertiginosidad del cambio, están en ese torbellino, a la manera de las embarcaciones que se enfrentan a un mar proceloso y agitado; solamente llegarán a puerto seguro aquellas naves que cuenten con expertos capitanes que sepan mantener la nave en la cresta de la ola.

Este símil nos sirve para comprender que hoy las instituciones todas, necesitan de líderes que las sepan conducir a través de todos los cambios que se operan en su entorno y en su interior, para garantizarles supervivencia y prosperidad en el futuro; la gran habilidad de los profesionales líderes en la actualidad, es saber gerenciar en el cambio y para el cambio.

Los líderes de hoy tienen que tener las competencias necesarias para conocer las organizaciones con todas sus fortalezas y debilidades, saber ver el potencial de sus recursos, ser capaces de escudriñar el horizonte para avizorar el futuro, y a partir de allí, gerenciar el cambio para la supervivencia y la prosperidad de la empresa; existen muchas oportunidades de progreso para los profesionales capaces de ejercer este liderazgo de conducción.

Exigencias en lo humano

Además de las competencias específicas que se exigen a los profesionales para que su ejercicio sea fecundo, existen también otras exigencias que se hacen a la persona, ya no al profesional, sino al ser humano que es profesional, y las cuales provienen diríamos, de las circunstancias históricas de nuestra sociedad.

La humildad

Se exige hoy a la persona del profesional, la virtud de la humildad; la humildad no es la infravaloración de nuestro ser, sino más bien la capacidad de objetividad frente a nuestras falencias; no es tampoco un conocimiento que nos detiene para la acción y nos hace pusilánimes; es un conocimiento a partir del cual, será posible reconocer nuestras limitaciones, nuestros defectos, nuestros errores, y ello se constituirá en el punto de partida para su enmienda y nuestra superación; con la humildad somos nosotros los primeros ganadores.

Compromiso con la familia

Por ser la familia la célula fundamental de la sociedad, y porque su papel en la sociedad que conforma es de una trascendencia fundamental, es imperativo el compromiso de los privilegiados del saber con la familia; protegerla, consolidarla y conservarla, son los objetivos fundamentales que hoy se le fijan; nuestra sociedad será lo que sean nuestras familias; de ahí que el compromiso con la familia, es un compromiso con el futuro mismo de la historia de la sociedad.

Compromiso con la erradicación de la violencia

Nos ha correspondido vivir una época caracterizada por el imperio de la violencia; nuestra cultura, si es que a ello se le puede llamar cultura, ha sido la de la agresividad, la de la violación de los derechos fundamentales de nuestros semejantes, la de un desprecio vergonzoso de la libertad y de la vida de las personas, en una palabra, la de la siembra de la violencia a través del desconocimiento y la violación de los derechos del otro.

Porque somos agentes de la historia, tenemos la responsabilidad de contribuir a la transformación de la sociedad, enrutándola hacia los destinos de la erradicación de sus males para que pueda ser el hábitat propicio para la convivencia civilizada; solamente entonces habrá condiciones propicias para la paz.

Compromiso con la integralidad

El momento histórico de nuestra sociedad colombiana, está exigiendo de todos sus ciudadanos , y a fortiori de los privilegiados con la educación superior, un compromiso decidido con la integralidad, entendiendo por tal la clarificación y práctica de los auténticos valores que realizan a la persona; valores como la honestidad, la rectitud, la transparencia, el compromiso con la verdad, la justicia y la solidaridad entre muchos otros, garantizarán a la persona que los encarne su realización, y a la sociedad su estabilidad y su progreso.

Apreciados graduandos: Empiezan su vida profesional en un mundo complejo, agitado, y en un país con muchos problemas; pero todo ello hay que saberlo convertir en oportunidades de servicio y de progreso; de cada uno de ustedes depende el saber ver y el saber actuar.

Al graduarlos hoy, les felicitamos y les deseamos muchos éxitos en su futuro ejercicio profesional; que Dios les acompañe, ilumine y asista siempre.

Antonio Mazo Mejía
Sabaneta, 27 de noviembre de 2008

Antonio Mazo Mejía - Fundador CEIPA
"La humildad no es la infravaloración de nuestro ser, sino más bien la capacidad de objetividad frente a nuestras falencias".
Antonio Mazo Mejía - Fundador CEIPA
Antonio Mazo Mejía
Fundador CEIPA