Es un honor recibir en nombre de la comunidad Universitaria del CEIPA la Orden al Mérito Cívico y Empresarial Mariscal Jorge Robledo por los 45 años de labor educativa. Permítanme invocar las palabras pronunciadas por mi padre Antonio Mazo Mejía fundador del CEIPA en su discurso “La ultima lección” sobre el sentido de la educación.
“Son muchas las definiciones que existen de educación, pero yo me he quedado con esa que surge de la etimología de las dos palabras latinas que forman la acepción educación: la preposición ¨ex¨ qué significa origen, lugar de procedencia, desde… y la inflexión del verbo ¨dúcere¨ qué significa, conducir, guiar, llevar, orientar, privilegiar.
Educación es pues, orientar desde las profundas potencialidades del ser humano; y se orienta hacia; Hacia la plena realización del ser; por su etimología misma, la educación es por antonomasia para ser; ¿para ser qué? Para ser lo que fundamentalmente estamos llamados a ser los humanos: personas; y ser persona es ser consciente de que somos una realidad inacabada, una necesidad de ser todos los días y cada vez más, una potencialidad permanente y angustiada desde la cuna hasta el sepulcro; estamos permanentemente escribiendo el libro de nuestra vida, y es trágico pero inevitable, que al dejar el tiempo en esa transición del ser que se llama muerte, en nuestro propio libro quedarán para siempre muchas páginas en blanco”.
En estos 45 años esta visión de la educación es la que ha inspirado un proyecto educativo centrado en la SER, priorizando la formación integral en la cual es tan importante el desarrollo de la integridad personal como su idoneidad profesional.
Pero antes de entrar hablar del CEIPA, sería imperdonable no invitar a los Honorables Diputados a pensar en los problemas que enfrenta nuestro sistema educativo y las amenazas recientes.
La educación en sus diferentes niveles enfrenta problemas comunes los cuales fueron presentados hace 46 años en la conferencia de la UNESCO de 1970 por James Perkins cuando habló de las crisis de la Universidad y las cuales enumero rápidamente: (Cobertura), Planes de estudio (calidad y pertinencia), Infraestructura, el reto permanente de responder a las nuevas realidades de la sociedad y por último financiación.
Aunque debemos reconocer que hemos avanzando en cada uno de ellos, también es importante alzar la mirada y reconocer que hay un camino largo por recorrer el cual requiere pensar nuevas fórmulas, nuevos métodos ya que la vieja receta no ha dado los resultados esperados.
Hace parte de este panorama una reforma tributaria que busca priorizar los objetivos de recaudo financiero para el estado sobre el desarrollo de sus ciudadanos, al imponer cargas tributarias a la educación superior, que al final tendrán que caer sobre los ciudadanos menos favorecidos y aquellos que no alcanzan un cupo en las universidades públicas.
Sé bien Honorables Diputados que mis palabras no son nuevas para ustedes y que es de amplio conocimiento que la educación es la mejor estrategia para lograr transformar una sociedad y sacarla de la pobreza, porque cuando se ejerce en su total dimensión no sólo permite el desarrollo económico sino también la realización personal.
Me parece pertinente traer a colación las palabras del universitólogo belga, el profesor Henri Janne: “la universidad es una criatura monstruosa, porque ella debe engendrar sus propios padres” e influidos por la idea del gran filósofo Paul Ricoeur, “la universidad es incapaz de pensarse bajo una idea distinta a aquella que le fijaron sus grandes mentores, pero ella no puede seguir existiendo bajo la idea en que ha sido pensada por sus mentores”; desde hace 45 años estamos trabajando en la creación de un nuevo modelo de institución de educación superior, porque estamos totalmente convencidos de que ese modelo de universidad medieval, de origen napoleónico, universidad del poder, que nos llegó a través de Salamanca, influida en la década del 60 por la versión americana de la universidad del espíritu, es un modelo ya agotado, que no se sostiene hoy en esta civilización de la información y el conocimiento.
Durante estos 45 años hemos trabajado arduamente en crear un modelo de educación diferente centrado en la persona, desarrollando en nuestros estudiantes sus talentos y habilidades profesionales.
Hemos propuesto un modelo educativo diferente por núcleos problémicos temáticos que permite hacer un uso eficiente del tiempo, siendo los primeros en el país en ofrecer programas académicos con cuatro años con la misma cantidad de créditos académicos.
Este modelo pedagógico no solo es eficiente en tiempo, sino que permite que el alumno se concentre en un solo campo de formación, en conjunto con la metodología propuesta que invita a resolver problemas reales más que a cubrir una cantidad de temas, permitiendo incentivar la creatividad, generando con ello el desarrollo de sus aptitudes generales.
Eso permite a cada estudiante prepararse para tomar decisiones acertadas y tomar riesgos inteligentes que generen desarrollo, educando al empresario que desafía los retos de un mundo cambiante.
La incorporación de las tecnologías de información y comunicaciones a los procesos formativos nos permite abrir las fronteras del campus universitario para lograr que hoy es el CEIPA quien acompaña en el día a día a nuestros alumnos a través de los dispositivos móviles, fuimos una de las Instituciones pioneras en la educación virtual, propuesta que nos permite hoy estar en más de 168 ciudades de nuestro país y estudiantes en 14 país diferentes, cerca del 60% de nuestros estudiantes pertenecen a esta modalidad.
Nuestros 13 mil egresados hacen parte de la empresa antioqueña. Muchos de ellos como empresarios y otros como líderes en las empresas tradicionales. Esto ha sido posible porque creemos que los auténticos valores que realizan al hombre, no harán una sociedad libre, con equidad y justicia, hasta tanto estos no se hagan prácticos.
En CEIPA creemos que los únicos responsables de nuestro destino somos cada uno de nosotros; eso lo aprenden los estudiantes que pasan por las aulas de la Universidad.
Un agradecimiento especial al Presidente, Dr. Rubén Darío Callejas Gómez, por motivar este reconocimiento y a la honorable Asamblea por otorgarnos la Orden al Mérito Cívico y Empresarial Mariscal Jorge Robledo; este nos motiva y compromete a continuar proponiéndole al país un modelo de educación diferente a través del cual podamos aportar a la construcción de un mejor país.
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Diego Mauricio Mazo Cuervo
Medellín, 29 de noviembre de 2016